miércoles, 22 de diciembre de 2010

El Mercado de La Paz

Un mercado es ese lugar donde hay puestos a montones de carne fresca, pescado fresco, frutas, verduras, conservas y alguna mercería/droguería, verdad? Y los tenderos/as tienen las uñas sucias y visten con chandal o forro polar por la rasca de venir a las tantas de la mañana de MercaMadrid...hasta ahí todo en su sitio.
No es así en el Mercado de la Paz, que es el mercado del Barrio de Salamanca, entre las calles Claudio Coello y Lagasca. En este mercado, un kilo de peras te cuesta 4 euros, así que ni me he parado a mirar los precios de la carne, porque....oh, sí, tienen unas carnes que daría gozo hasta comérselas crudas de lo buenas que son! Los charcuteros llevan boinas ladeadas azules (al estilo francés), hay puestos de sushi donde te lo preparan delante de ti al instante, y las mercerías venden variedad de uniformes distintos para las "chicas de servicio" (porque en este barrio se tiene de eso todo el día, todos los días de la semana). Dos cosas más y ya termino: hay una floristería sólo de rosas, donde la dueña es una ex-cantante/actriz, y una carnicería que sólo vende carne para hamburguesas. Flipante!

domingo, 19 de diciembre de 2010

zas, en toda la boca!

Volvía yo tan feliz de trabajar...no porque hubiese sido un buen día de ventas, sino porque el domingo libraba y me las prometía muy felices durmiendo hasta las tantas...cuando veo en mi puerta una carta, LA carta: Oficina del Censo Electoral!
Zas, en toda la boca! la he abierto hasta con miedo porque intuía, muy mucho, lo que iba a encontrar allí escrito. Doña Mireia, se ha dado de baja su domicilio del Censo Electoral en blablabla, para estar empadronada ya a todos los efectos legales en la dirección blablabla de Madrid!
Me ha entrao un pinchasito en el corasón, ya no voy a votar en casa....ésto, sumado a que me dicen que al hablar castellano no tengo acento de mi lugar de origen, parece la confirmación de algo inevitable...

viernes, 17 de diciembre de 2010

Anónima

Madrid es la capital anónima. Y es que parece proporcional su número de habitantes con su grado de indiferencia entre unos y otros. La primera vez que recuerdo Madrid, de aquél viaje a ARCO, ésta fue una de esas cosas que me llamaron la atención: aquí nadie te mira por la calle, nadie se fija en ti. Para bien o para mal, en mitad de la multitud sólo eres eso, multitud, parte de un todo sin cara.
Ayer por la noche, a 4ºC, volvía hacia casa andando por la Castellana y pensaba justo en esto. Al principio fue muy reconfortante saberme tan "libre" de miradas, pero después me dió hasta un poco de pena.
También ayer descubrí un buen método si vuelve a ocurrirme: coger el móvil y llamar a alguien cercano. Puedo ir hablando por la calle a grito pelao entre el tráfico que nadie se gira, mi "yo" está como en casa mientras mi cuerpo pasea Castellana ariba.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Navidad

La Navidad es algo muy español, diría yo. Hay algunas tradiciones que se repiten seas de la parte de la península que seas, como: volver a casa si trabajas fuera para las fechas, comprar regalos a mansalva (para Reyes o Papá Noel, a gusto de cada casa), poner el árbol y/o el belén, hartarse a comidas que se convierten en bombas de relojería, turrones, mazapanes...cantar villancicos, pedir que te "estrenen"...
Pero en Madrid, a parte de que en el menú navideño usan col lombarda (sí, esa morada), hacen una cosa que es esencial y especial de aquí: morir aplastado entre luces de colores en la Plaza Mayor.
La Plaza Mayor es un lugar precioso a la luz del día, porticada, con sus bares de bocatas de calamares riquísimos en las calles adyacentes, con sus turistas japoneses y con esa luz que da a los balcones y la piedra de las fachadas y hace querer gastar fotos y fotos...
Esa misma Plaza Mayor es la que en estas fechas se transforma en el símbolo navideño de la capital, pues allí montaban antaño los puestos en que vendían figuritas y accesorios para los belenes y decoración navideña varia y hoy es...la marabunta!
Los puestecillos que se encuentran en la actualidad son ligeramente diferentes, y se adivina cuando intentas acceder a la plaza, pues ves (entre las riadas de gente con la que tienes que abrirte paso a codazos), un gran número de personas con pelucas de colores chillones, cuernos de reno con lucecitas, pelos afros, silbatos, diademas con antenas...y tú piensas, ¿el carnaval aquí es en diciembre? Pues no! Si afortunado de ti, consigues llegar a la Plaza Mayor sin haber maldecido, rebufado y conservando tu cartera...tachán! verás de donde salen tantos objetos extraños! A continuación te acabarás comprando uno (sí, es así) y además te lo pondrás (sí, eso también pasa) y disfrutarás de las luces navideñas (este año preciosas a modo de platillos volantes de colores) y te sentiras CASI agusto entre el aglomerado de gente. Si superas eso, madrileñizarse está cada vez más cerca.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Cuando una puerta se cierra...

"Cuando una puerta se cierra, se abre una ventana" o eso se suele decir, pero en este caso se me ha abierto un bajo en pleno Barrio de Salamanca! Y muy contenta que estoy en mi nuevo trabajo, porque tiene amplias vistas de futuro! :)
A parte de esta buena noticia, el post de hoy quiere hablar de algo taaan madrileño como el Barrio de Salamanca, que es lo más pijo que yo he pisado en mis años de existencia...tanto tanto, que el otro día, un policia nos hizo irnos del sitio que estábamos guardando para la furgoneta de reparto de la tienda, diciéndonos: aquí no se guardan los sitios, esto no es un barrio, o se creen que esto es VallecasNUNCA nadie me había hecho sentir tan poca cosa ...y nos echó miserablemente del hueco que habíamos guardado durante 15 minutos a la intemperie, con un frío de cojones, y la furgoneta de reparto llegando a 500 metros.
¿Y todo esto por qué? porque una señora rubia pija, de bolso carísimo y BMV amarillo, quería ese hueco. Así es Madriz entre Goya Serrano, si no llevas un Prada o un Loewe y dices "osea" cada 3 palabras...eres invisible, la jungla de las marcas y la prepotencia se llama aquí: Barrio de Salamanca.





miércoles, 1 de diciembre de 2010

Famosillos en el Monopoly (I)

Madrid, para los de fuera, es como pisar una realidad paralela, que desde tu ciudad de origen sólo conocías en la ficción. Si vas por las calles de Madrid puedes estar paseando por Bravo Murillo, Alcalá, Serrano...(por decir algunas) y cuando levantas la cabeza y ves la placa con el nombre de la calle resulta inevitable pensar: yo ya he estado aquí, me compré esta calle en la última partida de Monopoly. Andar por las calles del Monopoly es, así de nuevas, una pequeña gozada de irrealidad.
Después que te acostumbras a esto, Madrid que se las sabe todas, prepara otro nuevo impacto para volverte a dejar knock out en plena calle: no paras de ver gente que sale en la tv! Piensas...¿estaré en un decorado de esos de Hollywood constante? Y como para muestra, un botón, ahí van los "famosillos" que me he encontrado en estos casi dos meses: la telefonista de "Cámera Café", el co-prota de "Águila Roja", Jose Manuel Parada, uno de "Al salir de clase" y....sin duda el mejor, al que aparto del montón...Modesto Lomba de "Devota & Lomba"!