lunes, 29 de agosto de 2011

A doble altura!

"Viajar es conocer", qué gran verdad! Y de eso va la entrada de hoy: de cuantísimo se aprende viendo lo que hay fuera de casa.
La primera vez que vi un autobús de dos pisos debía tener pocos años, porque sólo recuerdo cuándo lo vi por segunda vez: en el viaje de fin de instituto.
La vez siguiente que vi algo similar aluciné con los archiconocidos buses londinenses rojos de dos plantas.
Y aquí en Madrid me ha pasado otra vez lo mismo: el cercanías de dos alturas! Salía del AVE (oh, sí!) de vuelta de unas breves minivacaciones en "la terreta", cuando me sitúo en el andén de cercanías para ir a Recoletos, y...ahí estaba! Cómo un metro de dos plantas, espacioso y nada claustrofóbico.
Me he subido y no he dejado de mirar los asientos, las escaleritas de subida y bajada, las ventanas, y sobretodo, cuán normal les parece esto a los madrileños que viven disfrutando de algo tan singular desde por lo menos una década.
Ver para creer, el día menos pensado me cojo uno de esos y que me lleve hasta Cercedilla, dicho queda!


jueves, 25 de agosto de 2011

Volúmenes modernistas y pasteles franceses

Iba yo andando por la calle Fernando VI cuando tropecé sin querer con el maravilloso edificio que alberga la SGAE. El también llamado originalmente Palacio de Longoria redobla la esquina con la calle Pelayo. De estilo modernista en su vertiente floral, alterna curvas vegetales y sinuosas con rostros femeninos y teselas en tonos ocres en la parte alta: una delicia para la vista.
Para llegar a tan memorable lugar, sólo hay que aventurarse, una vez más y cómo siempre, en el suburbano madrileño. Alonso Martinez metro te transporta al linde entre la calle Génova, dónde termina el barrio de Salamanca, y la calle Hortaleza, dónde ya pisas Chueca, resultando unos metros de ciudad la mar de interesantes!.
Además del mencionado Palacio de Longoria, puede uno desayunar/merendar en un salón de té cuquísimo y de estilo vintage (usease, de muebles reaprovechados, o que al menos lo parecen). Mamá Framboise, que así se llama (situado en el número 23 de la c/Fernando VI), sirve desde caracolas de pasas y nueces con canela a pastas de té, pasando por gran variedad de pasteles y panes de cereales.
La zona se acompaña de una gran variedad de tiendas: Yube, Nac, Nice Things, Malababa... y un largo etcétera. Sólo pueden pasaros dos cosas malas en estos metros cuadrados de capital: chamuscar la visa sin piedad y ponerse tibio de mantequilla y azúcar.





miércoles, 17 de agosto de 2011

Más papistas que Ratzinger

Parece que Madrid ha sido invadida. Montones y montones de jóvenes imberbes, monjas y sacerdotes pululan por las calles de la ciudad, portadores de mochilas, gorritas, hábitos y banderas dónde se lee: JMJ. Madrid 2011. ¡Puro merchandising del bueno! Por cierto, las iniciales resumen la siguiente consigna: Jornada Mundial de la Juventud.
¿Pero cómo juventud? ¡Juventud Católica! ¡¡Especifiquen señores!!
La marea de jóvenes corderos (porque decir borregos ya es meterse) inunda la ciudad con cánticos, sonrisas beatíficas, colas interminables en el supermercado y ocupando con su cristianos culetes los asientos vacíos del metro y cualquier hueco libre!!
Del 16 al 21 de agosto amenazan con quedarse entre nosotros, y la verdad es que yo ya les temo: han tenido el gran poder de conseguir cortar las calles, bajar los precios del transporte público sólo para ellos y devolver a España la "etiqueta católica" pasándose por el arco del triunfo que es un Estado aconfesional.
No sé si Dios está con ellos, tampoco si el señor Ratzinger es su portavoz legítimo, pero que monten 200 confesionarios en pleno Parque del Retiro...cuanto menos me parece digno de cagarse patita abajo: ¿Acaso esperamos convertir Madrid en el nuevo asilo de Sodoma y Gomorra? ¿Cabrá tanto pecado por enmendar en la ciudad? ¿Arderemos en llamas y se nos llenará el cuerpo de pústulas a los que no recibamos la indulgencia papal?
Que sea lo que Dios quiera, porque que la verbena ha empezado YA!



jueves, 11 de agosto de 2011

Las Rozas Village

"Chic outlet shopping", así se autodenominan en Las Rozas Village.
Situado dónde Cristo perdió las chanclas, en medio del secano mesetario, se levanta cómo si de un decorado de la Warner se tratase, Las Rozas Village.
Versace, Hackett, Barbour, Pretty Ballerinas, Loewe, Carolina Herrera, Ralph....y un largo etcétera de marcas pijas, pueden encontrarse aquí a precios no tan pijos. Parafraseando a J. "¿tú vendrías aquí a comprarte un Cartier?" Pues no, supongo que no. La respuesta a esta pregunta responde también al tipo de público que compra en un outlet de marcas.
Aún así, el espacio está diseñado para sentirse en un lugar especial y distinto: todas las tiendas construidas a modo de casitas, camino empedrado, cafeterías con "aspersores" en las plazoletas para estar fresco en verano, y hasta un terracita "chic-chill out" en tonos morados y naranjas dónde contemplar el sunset madrileño.
Si no os pesa hacer el trayecto, vale la pena verlo, de todo se aprende.





lunes, 8 de agosto de 2011

Viajando sin salir

Parece que este verano me depara un "modo de vacaciones inexistente", y me ata las patitas a esta ciudad que aunque me encanta, no tiene playa ni momentos de relax.
Afortunadamente, y para lidiar mejor con las circunstancias, Teotihuacan llegó a la capital de la mano de Caixa Forum.
Cerca de Ciudad de México, la ciudad de Teotihuacan se alzó impresionante muchos siglos atrás, uniendo la Pirámide de la Luna y la Pirámide del Sol a través de la denominada Calzada de los Muertos. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987, en estos días, y hasta noviembre, Caixa Forum recoge algunos de sus vestigios en forma de pinturas murales, vasijas de arcilla o estelas de jadeita.
Aunque breve y de escasa información, la exposición ayuda a ver más allá de la mirada europea, pica la curiosidad sobre serpientes emplumadas y simbologías fantásticas, y personalmente... me recuerda a mis años de facultad!
El plan de "viaje sin salir" se puede completar si la comida/cena se hace en Wok to Walk (c/ Hortaleza, 7) donde preparan al instante y a tu gusto tallarines o arroz, con gran variedad de condimentos y extras.
Y si ya uno no puede más y necesita playa urgentemente, pues en la misma calle, puede rematar la noche en el Areia: tumbadito en modo chill, con arena bajo los pies! sí,sí, arena...se recomienda descalzarse.