jueves, 30 de junio de 2011

Tirarse a la piscina

¿Es que no me canso de tirarme a la piscina? ¡Parece que no! Desde que vivo aquí me debo haber hecho más Aries aun, y no paro de cambiar cosas!
¿Qué clase de persona deja un trabajo fijo por otro que no sabe cuánto le durará? Presente! Uffff, qué de sufrir, y de pensar, y de volver a sufrir un poco más....pero al final, y desde el principio...¿para qué vine aquí sino para eso? Ni vacaciones de verano, ni paguita extra. Me consuela pensar en algunas personazas increíbles que me ha presentado esta ciudad, sean o no de aquí (que "ser gato" es casi un milagro) y que me apoyan!!!! : )
Almenos este año podré vivir algo con lo que soñaba desde que antaño venía a Madrid a trabajar en el cátering de A...y es....asistir al Día del Orgullo Gay! Locazas y locazos todos juntos, revueltos y muy festivos. Nadie mejor para entender lo que es lanzarse a la piscina, ¿y los demás? pues los demás que opinen lo que quieran.
Cómo dicen los Van Halen: Jump!

lunes, 27 de junio de 2011

Asadero de pollos

El verano ya está aquí, y con AQUÍ, me refiero a Madrid, porque empezamos a tener unas temperaturas que rozan lo inhumano. ¡37ºC a las 8 de la tarde no puede ser algo sano!
Y es que ésto me hace entender porqué tantos madrileños/as están fastidiados de alergias e historias varias: entre la contaminación, la sequedad del ambiente, la cantidad de árboles y polen que se levanta en épocas primaverales....son muy pocos los nacidos aquí, de las nuevas generaciones, que no sean alérgicos a algo. Así que es justo en momentos así, cuando me beso a mí misma y me digo: bendita nacida en el Mediterráneo!
Por otro lado, el calor seco, a la hora de dormir, no es tan malo como el húmedo (o esa es mi opinión). Te dan ganas de beber toda la noche, y vives con la botella de agua sobre la mesita, y con una palangana en el suelo para humidificar el ambiente (remedio de abuela), pero al menos no tienes la sensación de pringosidad que da "la terreta".
Cómo suelo intentar dar un apunte positivo/constructivo en cada post, hoy diré que las terracitas madrileñas saben hacer que sus clientes noten poco el calor: sitúan aspersores muy sutiles en la parte alta de la terraza, como un riego, y no sólo no te mojas, sino que te quedas en la gloria! Eso sí, no lo hacen en todas, sólo en aquellas en que puedan cobrárselo con tu consumición. Abanico power!

viernes, 24 de junio de 2011

Maderfaker!

No, no estoy insultando a nadie. Es la única manera que se me ocurre para describir la sensación que tuve de vivir un asombroso viaje espacio/tiempo.
Hace un par de sábados, la incombustible N. y yo pisamos el Maderfaker, pub de música a lo Soul Train.
¿Quién de los presentes no conoce el programa Soul Train? Pues que no siga leyendo sin antes pinchar este link:


N. con su babydoll de cuello marinero, y ésta que escribe, con mi sudadera de Mickey Mouse, entramos al lugar como dos pipiolas poperas y salimos de allí hechas unas auténticas "nigga setenteras"!
¿Cómo es posible que a N. no se le rizase más el pelo entre baile y baile? ¿O cómo a mi no se me abrieron las perneras de los vaqueros hasta volverse pantalones de campana tras un par de pasillitos? Es algo que todavía no hemos logrado comprender, jejeje.


Sólo hay que pasarse por San Vicente Ferrer, 17, en Malasaña, y estar listos para lo que ellos llaman "Sesiones Madrid es negro".

Café con solera

Corría alrededor del año 1927, cuando ciertos señores escritores de la época, se reunían en el Café Comercial (Glorieta de Bilbao, 7) para mantener sus tertulias entre cafeses, copazos, y mucho humo de tabaco. De dichos señores, llamados a posteriori La Generación del 27, ya no queda ninguno o casi ninguno (reconozco desconocerlo) pero el Café Comercial sigue llenándose de su recuerdo, y de turistas y madrileños que no quieren desaprovechar la ocasión de frecuentarlo.
Algunos autóctonos van allí a escribir, los más ortodoxos en la tradición, con su bloc y su bolígrafo; otros sin embargo ya se llevan el portátil.
Dice mi amigo A. (a quien le encanta ésto de la inicial anónima), que cuando se podía fumar (antes de la ley antitabaco) era un lugar más auténtico, y que estaba más lleno.
Además de café, apertivos, o cerveza, en éste emblemático lugar de la cultura española, se pueden celebrar banquetes de boda y tertulias sobre los más diversos temas, abiertas al público general.
Si podéis permitiros pagar 2'40€ por un café con hielo, o 2'80 por un zumo, sentaos sin prisa en una de las mesas que dan a la glorieta, y dejad pasar la tarde. Los espejos que recubren las paredes y los mármoles rojizos de las mesas inspiran prácticamente a cualquiera.