lunes, 24 de enero de 2011

un frío que pela

Debieron inventar aquí esa expresión, hace un frío que pela.
En este manual básico de supervivencia en la capital, se me hace obligado mencionar ciertos productos necesarios para combatir las bajas temperaturas y sus efectos secundarios.
1.) Beber mucha agua. Madrid es muy seco, así que los ojos, las fosas nasales, la piel...se secan.
2.) Usar (casi) cada día cacao/protector labial y crema de manos. De ahí la expresión, te descuidas una semana y tu piel empieza a mudar, estás llena de pellejitos y costras.
3.) Vestirse en modo cebolla y no olvidar ninguna capa: camiseta interior de algodón, exterior de algodón, gersei, medias, pantalones, abrigo, bufanda, guantes, orejeras y gorro. Y, Sí, he dicho orejeras y gorro.
4.) Aprovechar que las casas de esta ciudad tienen calefacción central y suelo de parquet, mmmmmm!

Ah! sólo una cosita más. Si quereis mimetizaros entre los madrileños/as, aquí los tres principales tipos de abrigos son, (dependiendo del dinero y la conciencia ecológica de cada uno): el típico abombado a modo "hombre/mujer michelín" (un clásico), el de piel vuelta (muy de moda este año) y el de visón sintético u auténtico (me dan ganas de esgrimir un spray a diestro y siniestro a veces).

jueves, 20 de enero de 2011

fastidiar a un madrileño

Si quereis fastidiar a algun/a madrileño, sólo teneis que llevarle de fiesta a un sitio donde pongan esta cancíón. Desata un fervor patrio en ellos, y les escuece en lo más interno, porque la verdad es que: vaya, vaya, aquí no hay playa.

http://www.youtube.com/watch?v=KVjWTzVSCWg

lunes, 17 de enero de 2011

del Dark Hole al 8 y Medio

El Dark Hole era un lugar maravilloso. Perpendicular a Gran Vía, se entraba al mejor de los sueños a través de una puerta camuflada entre los paneles metálicos que cubrían la pared. Sin cartel, sin ostentación.
Un par de noches en un sitio que es tu sitio, son bantantes para saberlo, y desde que supe que vendría a Madrid a estudiar, ansiaba mi regreso para volver a bajar aquellas escaleras. El sábado noche las bajé.
Pero el Dark Hole ya no existe, desde este verano. Ahora se llama el 8 y Medio. Misma puerta, misma ubicación, y me atrevería a decir que hasta han reciclado a las camareras, pero ya no es lo mismo.
12 euros de entrada sirven para escuchar pop adulterado con un poco de sintetizador, cosa que facilita el aguante hasta la salida del sol. No puedo ser objetiva respecto al local, ni bien ni mal. El recuerdo de lo que fue pesa tanto que no volveré a desembolsar ahí mis 12 euros.

domingo, 2 de enero de 2011

Orientales

Restaurantes orientales hay muchos en Madrid, pero de momento yo puedo hablar de dos: el Nagoya y el China Té. El primero, cocina japonesa a un nivel bastante recomendable, servicio y demás rituales propios de su manera de comer y servir. El segundo, tiene en su carta cocina china y japonesa, también de recomendable visita, aunque estéticamente más atractivo que el anterior por los uniformes de los camareros/as y la decoración (ellas con el típico vestido japonés en color rojo y ribetes con vegetación dorada, y ellos en traje de cuello mao al estilo de los estudiantes nipones). En éste último he vivido hoy una experiencia culinaria/ritual totalmente nueva para mí, y desconocida en los anteriores orientales visitados en mi ciudad natal: antes de servirnos la comida, nos han traido tazas de té jazmín, y después del postre, un bol de cacahuetes garrapiñados!

sábado, 1 de enero de 2011

La última noche del año

Anoche fue fin de año, mi primer fin de año fuera de casa, así que puestos a innovar, innové en casi todo.
Campanadas vía radio, y no con Anne en TV1 (ya que aun no me sentía con bastante "madrileñismo interior" como para ir a morir aplastada y congelada a la Puerta del Sol a comer las uvas). Y algunos locales nuevos para añadir a mi colección de nuevas experiencias nocturnas: el Tuperware, el Rey Lagarto y El Penta.
Hago la breve reseña de turno, para no olvidar que se puede encontrar en cada uno de ellos: en el Tuper, música pop-indie, en el Lagarto rock y metal, y dejando lo mejor para el final...el Penta, música ochentera  española y hasta más viejuna, de esa que escuchaba mi padre de joven y que a mi me pirra.
Lo peor, los precios: beber en Madrid es caro, y sí, dije beber y no salir, porque no pagué entrada en ningun local. Pagar 5 euros por una cerveza y 10 por un cubata es la forma que tiene esta ciudad de decirte: majeta, es que vives en la capi!
Feliz 2011