sábado, 2 de junio de 2012

Visiones sesgadas y luces apabullantes

La Fundación Mapfre me ha devuelto la fe. Mejor dicho, ha creado en mí una fe nueva.
Ernst Ludwig Kirchner (1880-1938) llegó a Madrid la semana pasada en una impresionante retrospectiva.
Su pintura nunca había despertado en mí gran interés, y debo echar toda la culpa a esos temarios sesgados de las Facultades, a esos profesores desmotivados y a la subjetividad del Arte en general.
El montaje de la exposición en la Mapfre, es un trabajo espectacularmente bien hecho!
Entre los muros de la exhibición, Kirchner transmite tanto color y tanta luz que se me hace un nudo en el estómago al contemplar algo semejante. -¿Pero Kirchner era ésto?- Le dije perpleja a N. -A mí no me lo habían enseñado así!-
Así que ojito con los manuales de Arte, con cualquier doctrina que os cuenten sobre tal o cual corriente u artista. Vedlo por vosotros mismos/as, siempre que podáis.
Kirchner desprende Matisse, Van Gohg, Klimt, Mingote....¡Kirchner es energía! 
Las 153 piezas de la exhibición (pinturas, esculturas, papel y fotografías) desvelan a un alma atormentada y un genio sin parangón, para el que en su momento el régimen nazi tuvo el adjetivo de "degenerado".
Id, id, id! Hasta el 2 de septiembre estará en la capital. 
Yo pienso repetir tantas veces como sea necesario.




viernes, 1 de junio de 2012

En un día como hoy, un poco de todo

La primavera llegó a Madrid durante un par de días, luego vino el granizo y el frío, y después llegaron los 30ºC a las diez de la noche. Aquí esto es lo normal: si preguntáis a algún madrileño os dirá que esa es la primavera de esta ciudad.
Ahora reina el calor, y apenas empezado junio, los shorts y las gafas de sol son los reyes y las reinas del streetstyle de la capital.
Y hasta aquí mi reseña meteorológica :)

Acabo de terminar un libro que se debe haber leído ya casi toda la población española "Si tú me dices ven lo dejo todo, pero dime ven". Si alguno de vosotros pertenece al reducido grupo de quiénes aun no lo han devorado, recomendado queda desde aquí.
El libro de Albert Espinosa resulta una fuente inagotable de ese tipo de "verdades" que sólo estamos dispuestos a asimilar cuando nos llega el momento propicio. 
Voy a desgranar un par de ellas. La primera es ésta: "Al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver"  http://www.youtube.com/watch?v=2QgAxvNiiEY
La frase viene de una canción con letra de Joaquín Sabina que se encarga de poner en escena Ana Belén.

Y no es por nada eso de no regresar, sino porque en el recuerdo, el lugar en cuestión se ha convertido en eso, en recuerdo, y nunca podrá ser igual aunque tus pies lo pisen de nuevo.
Madrid es cambio.
Tan pronto te encuentras tomando un cóctel en el José Alfredo (c/Silva, 22) y hablando con el puerta sobre las profecías de Nostradamus, cómo instantes después te sumerges en una montaña rusa de música rock en el Honky Tonk
La entrada de hoy es un poco como un bol de cerezas: quieres sacar sólo una pero los rabitos de las demás cerezas se van enganchando, hasta que terminas con un puñado de ellas en la mano.
Termino pues con la segunda verdad (de las muchas que hay) en el libro: "Has de batallar con tu propio organismo, hacerle entender que todo ésto es bueno para él. El cuerpo es nuestro mayor enemigo y a la vez nuestro mejor aliado. Se queja con el esfuerzo, pero el dolor tan sólo se mantiene unos 4 o 5 segundos."