viernes, 25 de febrero de 2011

De putas y de abuelas

Tarde de compras con las compis del máster por el centro de Madrid, el tema del shooting: "Black Swan", la última película de Natalie Portman (que por cierto aun no he visto). Así que salimos dispuestas a encontrar tutús, tules, strass, plumas y todo lo que pudiese conseguirse.
Subiendo por la calle Tetúan, al lado de Sol, hay una tienda que no puede obviarse antes de carnaval, o simplemente si te dedicas al oficio más antiguo del mundo, jeje. Un señor chino regenta esta maravilla de lo increible, donde puedes encontrar de todo lo que no sea discreto, como dice una canción: antes muerta que sencilla (o tapada, en este caso). Corsés rojos, tocados de plumas, vestidos de policia sodomizadora, disfraces escuetos de pin-up marinera, ligueros, medias de rejilla....y no sigo por no desvelarlo todo.
Así que habiendo hecho unas buenas compras, salimos de allí en busca de la segunda parte del look, próxima parada: Pontejos.
Abismal distancia la que separa a Pontejos de la tienda anterior, ya que resulta ser una mercería de las de antaño, aunque de tamaño de un supermercado. En Pontejos puedes encontrar de todo: cuentas, abalorios, telas, encajes...es el santuario de novias "en capilla", las abuelas fans de la costura y los visillos, y las jovencitas que invierten su tiempo en hacerse su propia joyería.
Y cargadas que nos fuimos las cuatro, entre una y otra tienda, más contentas que un San Luís, dispuestas a darlo todo en el último shooting de la temporada!

viernes, 18 de febrero de 2011

Leismos y laismos

Hermès en mano, Chanel en lo pies, una señora de mediana edad entra en la zapatería donde trabajo.
Tras responder al saludo de bienvenida educadamente se quita las gafas de sol que lleva puestas (aunque hace un día bastante nublado) y empieza a pasearse entre los expositores.-Uy, que mono, no?- me dice señalando un salón gris de charol. Yo asiento y sonrío. -Lo tienes en el 36?- pregunta. Sé que sí lo tengo, así que bajo al almacén a traerle el par, y mientras vuelvo a subir por la escalerilla oigo que mi encargada le dice: la subimos ese otro si quiere.
La subimos! Por los laismos y leismos distinguireis a un madrileño de pura cepa.
Resuenan en mi cabeza como pequeñas bofetadas a la gramática, aunque ya me he acostumbrado muy mucho a escucharlos y a veces hasta alguno se me ha escapado.
La dejo que se le pruebe (el zapato), ¿le quiere? (el ticket de compra), la dijo....son sólo algunos ejemplos de lo que se escucha día a día en esta ciudad.


domingo, 13 de febrero de 2011

Echar un cine

Aquí, si vas al cine con alguien, y ese alguien no sabe qué películas hay en cartelera te preguntará: ¿qué películas echan? ¿Echar?, ¿echar a dónde?. En Madrid no ponen películas, ni las proyectan, ni las pasan ni las hacen, sino que las echan.
De todos modos, sino te entiendes con un madrileño/a para ir al cine, poco importa, porque el gran obstáculo a salvar llega cuando pretendes ir a ver esa película a un cine del centro (véase zona de Callao, Gran Vía o Montera). Hay tres pasos básicos a seguir, y ojito, que pueden sacarte de más de un apuro si los sigues a rajatabla:
1.) Ir con tiempo a comprar la entrada. En esta ciudad eso de quedar 15 minutos antes en la puerta del cine para comprar las entradas es sinónimo de quedarse sin ver la película.
2.) Dejaros la visa en casa, en la mitad de los sitios no la cogen o te dicen que se les ha roto el terminal. Sin efectivo no sois nadie. Ah! por cierto,el "carnet joven" también se lo pasan por el arco del triunfo.
3.) Si es invierno, llevad ropa de abrigo. No dejan entrar al edificio del cine (no digo ya a la sala) hasta 5 minutos antes de empezar la proyección. Así que hay que ir tapados para aguardar en la calle, y ser muy muy muy rápidos para en esos 5 minutos de margen poder mear, comprar las palomitas/chocolatinas y llegar a los trailers.

lunes, 7 de febrero de 2011

Prado experience

El Museo del Prado es una de esas cosas básicas que se "deben" visitar al ir a Madrid.
Digo "deben" porque me da la impresión que nos hemos "americanizado" en el aspecto cultural: consumir museo simplemente por el hecho de poder contar a tu regreso que has ido, que lo has visto, que has hecho algo cultural...
Las visitas al Museo del Prado, igual que muchas de sus exposiciones, remiten últimamente a algo muy similar al fenómeno masa: montar exposiciones para el gran público, con temas o autores efectistas, que gusten, entretengan como...como el futbol (y ojo que a mi me gusta el futbol).
Ocio familiar y ligeramente impersonal con ese toque que permite presumir de haber consumido cultura...Seré snob o seré Historiadora del Arte, o ambas cosas, pero esto no es mi estilo.
Desde que vivo en Madrid aún no había vuelto a pisar el Prado, y casi había olvidado lo que significa ese santuario para mí, casi...lo recordé este domingo al ir a recorger a mi amiga N.
A pesar de que no lo había recorrido tras la reforma de Rafael Moneo, y andaba un poco perdida por las salas, el templo reveló su esencia como la primera vez y caí rendida, igual que antaño, a eso que me resulta tan "sagrado". Busqué mi tríptico fetiche, respiré muy profundó y aluciné de cómo había podido resistir tanto tiempo si eso. La oveja ha vuelto al redil, mansa y feliz. El Prado es sin duda, algo que no puede perderse al visitar Madrid.