lunes, 3 de septiembre de 2012

El Jardín Secreto

El otoño ya ha llegado a Madrid, y con él mi primera camisa vaquera de manga larga y tachuelas!
Domingo de libranza y actividades placenteras: paseo, compritas y descubrimiento de nuevos lugares.
Con todo lo que está cayendo (y lo que nos queda todavía por ver), y a pesar de la subida del IVA, yo sigo teniendo fe en mi propia creencia: si me diesen una tarjeta de crédito con cash infinito, sacaba solita a España de la crisis, jejeje. ¡Señor Rajoy, vaya haciendo las maletas!
Y dicha esta gansería, paso a descubriros un par de nuevos sitios del Madrid inexplorado.

Gran Vía arriba y abajo, resulta inevitable que a una le rujan las tripas después de toda la tarde, así que allí estaba B. para resolver aquella necesidad tan primaria.
En la calle San Bernardino, 1 se encuentra el Restaurante Chino Jin Jin
Es uno de esos tugurios encantadores, dónde sabes que la comida china estará rica de verdad porque a sus mesas se sientan en gran mayoría los propios compatriotas.
Pizza china (una especie de crêpe de algas riquísima), fideos de arroz tropocientas delicias (llamarlos tres delicias sería altamente injusto) y pollo tailandés (sólo apto para los paladares a prueba de picante) fueron los platos de nuestra cena.
-Hay que reservarse para el postre-dijo B.- y eso hicimos. 
Sin andar mucho más nos hallábamos frente a El Jardín Secreto (c/San Bernardino, 22).
¿Sabéis esos sitios que te hacen sentir como si te hubieses tragado purpurina y cagado estrellas doradas y relucientes? Pues el Jardín Secreto es, sin duda, el lugar más así de todo lo que llevo visto en Madrid.
Mesitas de colegio, taburetes de madera como los de la casita de Blancanieves y los 7 enanitos, cortinas de astros plateados, cuentos en las paredes y hasta un árbol con caracolas de luz anaranjada como frutos colgantes. ¡Queridos Piterpanes, el País de Nunca Jamás es éste lugar!
Tan trabajada decoración está en consonancia a una carta igualmente cuqui: tartas de chocolate de infarto, infusiones de frutos exóticos, copas de cava...
Ningún detalle dejado al azar para este establecimiento que es, cuánto menos, el lugar ideal para una primera cita si la pareja en cuestión es un poco bastante cursi. 
Terminaré la entrada de hoy con una frase digna del musical El Rey León: "Un auténtico deleite visual" :)








No hay comentarios:

Publicar un comentario