Suelo escribir sobre lo que encuentro en Madrid, pero hoy escribiré sobre lo que NO hay en esta ciudad. Y no hay hornos y repostería decente. Generalizar está mal, lo sé, pero ni aun yendo a merendar a La Mallorquina (pastelería-horno que aquí se lleva gran fama), se alcanza un atisbo de lo que es la cultura del horno y pastelería en mi ciudad de origen. Lo voy a decir muy orgullosa, Valencia tiene hornos/pastelerías de infarto en cada esquina, y sino los encontrais, hasta las franquicias valen la pena.
Rosquilletas de mil tipos, mona de pascua, panquemao, fartons, coca de llanda, coca cristina, coca de panses i nous....y podría seguir hasta la saciedad para decir, por última vez, que nada de esto lo vais a encontrar en Madrid. En su lugar vereis lo que hay en cualquier lado: mantecados, merengues, napolitanas...pero todo tiene esa pinta de ser industrial, de estar prefabricado, uffff.
Así que yo,que era muy de dulce en mi terreta, aquí he cambiado de gustos para adaptarme mejor a la ciudad mesetaria, y aquí soy de papas! Al rey lo que es del rey: en Madrid hay patatas fritas en muchísimos kioskos, ultramarinos, puestos ambulantes de la calle....y están, en su mayoría, muy ricas.
La adaptación forma parte de la supervivencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario