domingo, 25 de diciembre de 2011

El rey de los tallarines

Día de Navidad, y puestos a ser atípicos, seámoslo del todo.
Mi padre y su novia han venido expresamente de "la terreta" a pasar el día aquí conmigo!
Este año era mi primera comida familiar navideña lejos de casa, y antes que convertirme en un mar de lágrimas, me he planteado seriamente que si no siento que son las fechas que son, será todo más sencillo. 
Así pues, he decidido llevarles a comer a un lugar dónde la Navidad no existe: un restaurante oriental.
El Rey de Tallarines (c/San Bernardino, 2) fue uno de los primeros lugares que pisé al establecerme aquí, y me gustó. Sus mesas hechas de cristales de colores, sus paredes recubiertas de mosaico con dibujos de un paisaje playero, su pila de lavarse las manos que es una ostra gigante, y obviamente, sus tallarines!
Es de los pocos restaurantes que conozco dónde hacen los tallarines delante tuyo (la masa, me refiero) y rellenan el Dim Sum también ante tu escrupulosa mirada.
Si en las mesas hay tantos madrileños sentados como chinos, es una inequívoca señal de que algo se está haciendo bien.










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