Sí, sí, en Nuevos Ministerios hay un Decathlon. Justo en la Castellana.
Cualquiera que sea de Madrid... o seguidor del blog a éstas alturas, jeje, interpretaría por la frase anterior que el Decathlon del que se habla (tienda de deportes archiconocida), es cuánto menos una gran superficie a pie de calle. ¡En Castellana no hay nada pequeño!
Pero sí, sí lo hay...el Decathlon.
Iba yo con la ilusión de comprarme unas deportivas para empezar a correr, o algo parecido, una vez comenzasen a subir un poco las temperaturas en la capital, porque me habían dicho de muy buena tinta que en Decathlon hay de todo para el deporte y a precios muy buenos ( y NO, no hago propaganda).
Así que A. y yo fuimos en busca de la panacea deportiva, ya que él tenía que mirar también algo para sus sesiones futboleras.
El Decathlon de Castellana hace esquina... y eso es todo lo que hace, porque a no ser que entréis buscando equipamiento para jugar a golf, perdéis el tiempo. ¡Qué cosa tan enana! en 5 minutos ya lo habíamos visto entero.
Os hago un resumen del espacio para que no os perdáis por allí: suéter de golf, palo de golf, simulador de golf, un par de zapatillas, tres raquetas de pádel, botellitas de gatorade/chocolatinas, y caja.
Os hago un resumen del espacio para que no os perdáis por allí: suéter de golf, palo de golf, simulador de golf, un par de zapatillas, tres raquetas de pádel, botellitas de gatorade/chocolatinas, y caja.
Y digo yo: ¡poned el gatorade y las chocolatinas a mitad de trayecto, coño, que así el público repone fuerzas para poder completar el recorrido por la tienda sin desfallecer! (ironía valenciana).
A. y yo teníamos toda la tarde por delante y el nuevo Edificio Windsor enfrente! Así que nos dedicamos a cotillear cómo era el nuevo Corte Inglés, donde se autodenominan tienda insignia: el único que alberga en su interior marcas de lujo como Prada, Dior, Loewe...
¿Qué si es para tanto? Pues no...cada firma tiene una especie de cubículo propio, que decora a su antojo para crear en el consumidor la "experiencia de marca" de estar dentro de la tienda real y no en un Corte Inglés. Pero sólo es eso...es pura ilusión. Idos a la tienda de Prada de la c/Serrano ¡ahí si se le caen a una las bragas de verdad!
Así que seguimos paseando calle arriba hasta topar con la joyita del día: en la c/Raimundo Fernández Villaverde, se levanta imponente el Hospital de Maudes o antiguo Hospital de Jornaleros. ¡Qué edificio tan estupendo! El conjunto de edificios que lo componen, diseñado como hospital de asistencia gratuita a los jornaleros, fue comenzado en 1908 y terminado en 1916 por los arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi. De piedra caliza, entre los sillares se descubren fragmentos cerámicos elaborados por Daniel Zuloaga. Muy muy recomendable la visita a este edificio en forma de aspa, de inspiración en la Secession vienesa!
Después de tan fantástico descubrimiento, una merienda calentita con infusión y tarta de manzana, y una buena charla. No puedo pedir más, de 10!
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