lunes, 23 de enero de 2012

Flora y fauna

Después de una noche de excesos, una se levanta con ese extraño aunque implacable pensamiento de compensación: compensar a tu propio cuerpo el desmelene de anoche con una actividad sana, al aire libre y a la luz del sol.
A día de hoy, ir al Rastro sigue siendo un imposible para mí (¿madrugar un domingo?jisjisjis), así que la elección era sencilla: día de flora y fauna.
La Casa de Campo de Madrid, era conocida por mí antes de venir a esta ciudad como el lugar que sale en los telediarios, y dónde siempre se habla de las prostitutas que circulan por allí.
Si las hay o no, yo no las vi (nada que ver con la c/Montera).
La Casa de Campo es un terreno extensísimo de vegetación al que se puede llegar fácilmente con las líneas 5 y 10 de metro. Con calzada para peatones y bicicletas, tiene superficie de sobra para patinar, jugar al fútbol, correr, pasear, hacer picnic y cualquier otra actividad al aire libre que se quiera (sí, he dicho cualquiera). Teniendo en cuenta que el zoológico está al lado, es el lugar perfecto para el dominguerismo familiar y/o en pareja.
Musgo en los troncos de los sauces, el parpar de los patos, el canturreo de los pájaros y el sonido del agua  cayendo entre las piedras relaja a cualquiera que se adentre en la espesura.
Volver sudada a casa y con las deportivas sucias, no tiene precio. 




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